ART NOUVEAU
Es la renovación artística desarrollada a caballo entre los siglos XIX y XX. Era el fin de siècle o la belle époque…
Dependiendo del país se conoció como Art Nouveau (Bélgica y Francia), Jugendstil (Alemania y países nórdicos), Sezession (Austria), Modern Style (Reino Unido), Nieuwe Kunst (Países Bajos), Liberty o Floreale (Italia) y Modernismo (España).
Todas hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, joven, libre y moderno. Una vez más, y como todos los movimientos, una ruptura con lo anterior, teniendo presente una idea clara: «el futuro ya ha comenzado»
Se valora lo artesanal aunque sin renunciar a los avances industriales, y se repira una aspiración de democratizar la belleza o socializar el arte. Para ello se potenció la idea de que hasta los objetos más cotidianos deben tener un valor estético, además de ser accesibles a toda la población. Por eso empiezan a hacerse visibles todo tipo de objetos útiles en la vida cotidiana, incluido el mobiliario urbano, que pasó a tener gran importancia (kioscos, estaciones de metro, farolas, papeleras, urinarios…).
Desaparece así la jerarquía de artes mayores y menores. Tiene el mismo valor un edificio que una joya, un cartel que un cuadro. De hecho, los propios artistas realizan los marcos para sus cuadros, los arquitectos diseñan también los muebles.
Estéticamente hay una evidente inspiración en la naturaleza: vegetales y las formas orgánicas se entrelazan con el motivo central; la línea recta no interesa, se prefieren las curvas y la asimetría; todo es más sensual, buscando complacer a los sentidos.
Es así que flores, hojas, tallos retorcidos, insectos, cabellos femeninos, rellenan todo el espacio (horror vacui).
Dependiendo del país se conoció como Art Nouveau (Bélgica y Francia), Jugendstil (Alemania y países nórdicos), Sezession (Austria), Modern Style (Reino Unido), Nieuwe Kunst (Países Bajos), Liberty o Floreale (Italia) y Modernismo (España).
Todas hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, joven, libre y moderno. Una vez más, y como todos los movimientos, una ruptura con lo anterior, teniendo presente una idea clara: «el futuro ya ha comenzado»
Se valora lo artesanal aunque sin renunciar a los avances industriales, y se repira una aspiración de democratizar la belleza o socializar el arte. Para ello se potenció la idea de que hasta los objetos más cotidianos deben tener un valor estético, además de ser accesibles a toda la población. Por eso empiezan a hacerse visibles todo tipo de objetos útiles en la vida cotidiana, incluido el mobiliario urbano, que pasó a tener gran importancia (kioscos, estaciones de metro, farolas, papeleras, urinarios…).
Desaparece así la jerarquía de artes mayores y menores. Tiene el mismo valor un edificio que una joya, un cartel que un cuadro. De hecho, los propios artistas realizan los marcos para sus cuadros, los arquitectos diseñan también los muebles.
Estéticamente hay una evidente inspiración en la naturaleza: vegetales y las formas orgánicas se entrelazan con el motivo central; la línea recta no interesa, se prefieren las curvas y la asimetría; todo es más sensual, buscando complacer a los sentidos.
Es así que flores, hojas, tallos retorcidos, insectos, cabellos femeninos, rellenan todo el espacio (horror vacui).
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